ese espanto del deseo,
por no abrigarse con el edredón de tu piel,
por no abrigarse con el edredón de tu piel,
sin mirar siquiera la verdad,
solo un gesto,
una herramienta, un deseo y un pedido,
vasto enigma del hechizo,
conjeturas para no morir,
muriendo en la cotidiana desconfianza,
queriendo ver lo que no exhibe tu espejo,
un surco, solo uno ves de revés en un costado sombrío,
imagina tu in-agotada juventud,
le quitas la sonrisa a la casualidad,
huyendo va tu placer de lo fortuito,
lo inesperado, aquello que esperas tanto,
por tanto espanto y cuidado, se cierra la noche,
solo un gesto y tantos días que no son noches,
y noches que te esperan sin gestos,
la impía luz de un interior atado,
mañana te conocerá sin prejuicios,
un día nuevo que espera de ti solo un deseo,
en cuanto acaba el dolor comienza el tiempo.
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261-ntcc23/08/13.
conjeturas para no morir,
muriendo en la cotidiana desconfianza,
queriendo ver lo que no exhibe tu espejo,
un surco, solo uno ves de revés en un costado sombrío,
imagina tu in-agotada juventud,
le quitas la sonrisa a la casualidad,
huyendo va tu placer de lo fortuito,
lo inesperado, aquello que esperas tanto,
por tanto espanto y cuidado, se cierra la noche,
solo un gesto y tantos días que no son noches,
y noches que te esperan sin gestos,
la impía luz de un interior atado,
mañana te conocerá sin prejuicios,
un día nuevo que espera de ti solo un deseo,
en cuanto acaba el dolor comienza el tiempo.
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