Silva que no es Silabear con v,
se ofende mortalmente ante el error, como olvidarla,
del día del médico a la petit mort grandiosa,
gigantesca de orgasmos como ilícitos,
su clandestina presencia en una arrogante presteza,
declinó de amplitud con su consabida ciencia de sentir en su piel de princesa,
el espanto del hombre,
de un adolescente caliente, de un difunto maduro,
de aquel al que no quiere y aun así ama,
en la seguridad de permitirle vivir esta vida,
ella diosa sexual incontrolable, degusto todo en gustos de formas,
sin lamer, ella no lame, multiorgásmica que no lame,
que odia no ser lamida, que odia no ser venerada,
recuerdo del arte que siempre supo tener,
aunque saber no siempre sea ser, a veces solo alcanza para seguir adelante,
otras solo le da la mano al narcisismo, de creer amar lo que hay que amar,
pero no hacerlo en una realidad de cartón,
es casi igual la muerte de un ser amado, que la mosca en la sopa o el vestido manchado,
le da arcadas tanta grandilocuencia, infinitamente gozosa amanecida,
cada día una crisis un final, cada tarde una oportunidad, cada noche una máscara,
hoy quien sabe porque la recuerdo, del pedido desesperado, al olvido rotundo,
siempre necesito recordar sin volver, será un contagio,
será que estoy presentando mis propias huellas de arrogancia sumergida,
será al fin que su razón se llevo la mía al no llevarse mis días.
se ofende mortalmente ante el error, como olvidarla,
del día del médico a la petit mort grandiosa,
gigantesca de orgasmos como ilícitos,
su clandestina presencia en una arrogante presteza,
declinó de amplitud con su consabida ciencia de sentir en su piel de princesa,
el espanto del hombre,
de un adolescente caliente, de un difunto maduro,
de aquel al que no quiere y aun así ama,
en la seguridad de permitirle vivir esta vida,
ella diosa sexual incontrolable, degusto todo en gustos de formas,
sin lamer, ella no lame, multiorgásmica que no lame,
que odia no ser lamida, que odia no ser venerada,
recuerdo del arte que siempre supo tener,
aunque saber no siempre sea ser, a veces solo alcanza para seguir adelante,
otras solo le da la mano al narcisismo, de creer amar lo que hay que amar,
pero no hacerlo en una realidad de cartón,
es casi igual la muerte de un ser amado,
le da arcadas tanta grandilocuencia, infinitamente gozosa amanecida,
cada día una crisis un final, cada tarde una oportunidad, cada noche una máscara,
hoy quien sabe porque la recuerdo, del pedido desesperado, al olvido rotundo,
siempre necesito recordar sin volver, será un contagio,
será que estoy presentando mis propias huellas de arrogancia sumergida,
será al fin que su razón se llevo la mía al no llevarse mis días.
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255-ntcc 23/02/13